¿Chocolates y flores? En algunos países el amor se celebra con cerditos de la suerte, fideos negros para solteros y hasta cartas anónimas con acertijos. Descubre cómo se vive el amor.
En estos países asiáticos, el 14 de febrero son las mujeres quienes toman la iniciativa regalando chocolates. Pero la historia no termina ahí: un mes después, el 14 de marzo, en el llamado "Día Blanco", los hombres devuelven el gesto con regalos más elaborados. En Corea añaden una peculiar celebración: el "Día Negro" (14 de abril), cuando los solteros se reúnen para comer fideos negros y celebrar su soltería.
Los daneses han convertido el amor en un juego de adivinanzas. Envían "gaekkebrev", cartas anónimas con versos divertidos firmadas solo con puntos. Si el destinatario adivina quién la envió, recibirá un huevo de Pascua como premio.
Estos países nórdicos celebran el "Ystävänpäivä" y "Sõbrapäev" respectivamente, convirtiendo San Valentín en un día dedicado a la amistad. Los amigos intercambian regalos y tarjetas, recordando que el amor va más allá del romance.
Los alemanes tienen una de las tradiciones más peculiares: regalar cerditos, ya sea en forma de chocolate o peluche, como símbolo de buena suerte. Esta costumbre se remonta a la Edad Media, cuando los cerdos eran premios de consolación en los juegos.
En la tierra del amor, específicamente en Verona, la ciudad de Romeo y Julieta, las parejas participan en "matrimonios simbólicos" durante el "Festival de los Enamorados", haciendo promesas de amor eterno bajo el cielo italiano.
Aquí cada número de rosas tiene un significado específico: una rosa simboliza el amor único, 11 significa ser la persona favorita, 99 representa el amor eterno, y 108 rosas equivalen a una propuesta de matrimonio.
Los rumanos celebran el amor el 24 de febrero combinándolo con la llegada de la primavera. Las parejas jóvenes recolectan flores en el bosque y, curiosamente, se lavan la cara con nieve como símbolo de buena suerte.
Estas tradiciones nos demuestran que el amor se celebra de formas tan diversas como culturas hay en el mundo, recordándonos que no hay una única manera de decir "te quiero".