Hacer una tabla de quesos es una oportunidad perfecta para explotar tu creatividad, acompañarla de un buen vino y compartirla con familiares y amigos

¿Quieres hacer una tabla de quesos épica o tener una opción deliciosa para compartir con familiares o amigos? Las tablas de quesos son una opción práctica que no requiere tiempo y con la cual podrás explotar tu creatividad.

Aquí te compartimos cuatro pasos para que te quede perfecta:

##### Seleccionar los quesosA la hora de seleccionar los quesos es importante que pienses en las funciones que cada uno puede desempeñar. Te recomendamos que dentro de la variedad de sabores elijas un queso suave, un queso más sabroso y robusto, uno un poco intenso o inusual y a partir de ahí reunir los demás ingredientes.

Los quesos suaves como colby, havarti o butterkase son excelentes porque atraen a niños y adultos y, por lo general, tienen una textura suave y cremosa; los quesos como el cheddar, quesos duros italianos como el parmesano, queso suizo o gouda también son buenas opciones.

Además puedes incorporar alternativas populares a considerar como los quesos para untar los cuales complementan las galletas o el queso mozzarella, un buen acompañante para las verduras.

##### Preparar los quesosUna vez que hayas seleccionado los quesos, es hora de elegir una tabla; puede ser grande o pequeña, el punto es ser creativa o creativo.

Te recomendamos que los quesos más blandos se mantengan refrigerados y al contrario, dejar que se calienten los que son más duros y desmenuzables. Esto ayudará a evitar que el queso más suave se manche o rezume mientras lo cortas, y hace que sea más fácil rebanar quesos duros o desmenuzables.

Para evitar la transferencia de sabor entre los quesos es buena idea cortar primero los quesos blancos y suaves y terminar con los coloridos o de sabor más fuerte.

##### Explota tu creatividad cortando los quesos Este es el momento ideal para pensar cómo cortar, rebanar o desmoronar el queso, por lo que es recomendable que cada queso tenga su propia forma única, eso te ayudará y a tus invitados a recordar cuál es cuál.

Los quesos blandos y semiblandos se cortan en cubos, mientras que los quesos firmes y duros son excelentes en palitos, triángulos o incluso desmenuzados.

##### Añade los complementosHay tantas opciones para acompañar porque el queso combina bien con casi cualquier cosa. Para no complicarte incluye algo dulce, salado y crujiente.

Alimentos como la miel, pan o galletas saladas y nueces pueden ayudar pues la miel combina bien con quesos suaves y salados para resaltar sus sabores.

El pan y las galletas son el comodín porque van con cualquier queso. Las nueces agregan un sabor que combina perfectamente con los quesos añejos y brinda una textura crujiente.

También puedes incluir aceitunas o pepinillos para sabores salados y picantes. Las carnes curadas, como el salami de Génova o el prosciutto, son alternativas, pero también puedes ser creativo e incorporar el tocino frito crujiente aporta un gran sabor y textura.

Las frutas secas y las bayas o las conservas son alternativas dulces que duran en su despensa, se ven geniales en su tabla de quesos y son aptas para niños.

Una vez que haya seleccionado los acompañamientos colócalos junto a un queso para sugerir un maridaje sabroso. Esto hace las cosas más fáciles e interesantes para todos.

Ahora sí: ¡A disfrutar!

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