El iPhone 17 no es el más potente ni el más caro, pero sí el que mejor equilibra precio, funciones y experiencia real. Un modelo que, por fin, cumple con todo lo que se esperaba del iPhone estándar.
En los Premios Xataka NordVPN 2025, Apple tuvo una presencia destacada, pero fue el iPhone 17 el que terminó robando el protagonismo. A diferencia del 17 Pro Max —que no logró superar al Galaxy S25 Ultra en la categoría superpremium—, el iPhone 17 sí consiguió imponerse en la gama alta gracias a una evolución que, por fin, lo coloca donde siempre debió estar.
No es el iPhone más avanzado del catálogo ni el más asequible. Sin embargo, es el más equilibrado y, en consecuencia, el más recomendable para la mayoría de usuarios. A corto y medio plazo, promete mantenerse como el “iPhone ideal” para quien busca potencia, diseño y experiencia sin pagar lo que vale un Pro.
Durante generaciones, el modelo base arrastraba pequeños recortes difíciles de justificar: pantallas limitadas, memoria justa o detalles que lo alejaban de sus rivales directos. Con el iPhone 17, Apple rompe por fin con esa tendencia.
El iPhone 16 ya fue un buen teléfono, pero se quedaba atrás frente a la competencia en aspectos clave como su panel de 60 Hz o el almacenamiento inicial de 128 GB. El iPhone 17 corrige ambos puntos y los mejora con holgura.
La llegada de una pantalla OLED de 6,1 pulgadas a 120 Hz marca un antes y un después en el modelo estándar. Es brillante, fluida y difícil de superar en un formato compacto sin saltar a los tamaños del iPhone Air o del 17 Pro Max.
Además, el almacenamiento base asciende a 256 GB. Una mejora muy demandada que Apple incluye sin modificar el precio de salida, un gesto que pocos esperaban teniendo en cuenta la cantidad de ajustes internos que recibió el dispositivo.
La versión estándar del iPhone 17 incorpora el chip A19, mientras que los modelos Pro integran el A19 Pro. Sobre el papel, la diferencia está principalmente en la GPU y en algunas capacidades para ejecutar procesos gráficos e IA en local. Pero en la práctica, el rendimiento es sobresaliente.
Tareas cotidianas, juegos exigentes, edición de vídeo o modelos de inteligencia artificial funcionan sin problema. Exprimir al máximo el A19 es complicado: la potencia es más que suficiente para la mayoría de perfiles y para años de actualizaciones.
Apple mantiene la apuesta por una doble cámara, pero ambas de 48 megapíxeles: un sensor principal y un gran angular muy luminosos. La decisión puede parecer conservadora, pero en realidad potencia un equilibrio entre calidad, versatilidad y procesamiento que funciona sorprendentemente bien.
Las fotos son detalladas, con un muy buen rango dinámico y colores consistentes entre ambos sensores. No compite con los zoom de los Pro, pero cumple con solvencia en prácticamente cualquier escenario.
El iPhone 17 no pretende ser el más innovador ni el más ambicioso, sino el más completo dentro de su rango. Y lo consigue: corrige los fallos del pasado, incorpora mejoras clave y mantiene un precio competitivo para la gama alta.
Por eso, más allá de premios o comparativas, es difícil no considerarlo el verdadero “iPhone perfecto” para la mayoría de usuarios en 2025.