La nueva generación de televisores premium enfrenta a dos gigantes con diferentes aproximaciones a la tecnología OLED.
El Samsung S95F utiliza tecnología QD-OLED con capacidad de alcanzar hasta 4,000 nits en objetos pequeños y más de 400 nits a pantalla completa. Por su parte, el LG G5 mantiene la tecnología WOLED tradicional, aunque con niveles de brillo inferiores.
Samsung incorpora el nuevo procesador NQ4 AI Gen3 con 128 redes neuronales, representando un salto significativo en capacidad de procesamiento. Este chip se enfoca especialmente en la mejora del escalado y reducción de ruido en la imagen.
El S95F destaca por ofrecer una tasa de refresco de 165Hz, estableciendo un nuevo estándar en el segmento premium. Ambos modelos mantienen características gaming avanzadas como VRR y ALLM.
La característica diferencial del S95F es su sistema antirreflejos mejorado Glare Free 2.0, mientras que el LG G5 mantiene un panel más tradicional brillante.
El Samsung S95F se posiciona como una opción más innovadora con su mayor brillo y tasa de refresco, especialmente para entornos muy iluminados. Sin embargo, la elección final dependerá de las preferencias personales entre el tratamiento de imagen característico de cada marca.