El gobierno de México exentará durante un año el pago de aranceles sobre la importación de distintos alimentos y productos de la canasta básica para intentar contener la escalada de precios a consecuencia de la inflación.
[PARSE_ERROR]El gobierno de México exentará durante un año el pago de aranceles sobre la importación de distintos alimentos y productos de la canasta básica para intentar contener la escalada de precios a consecuencia de la inflación. La Secretaría de Economía publicó ayer un decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF) que establece que 66 productos básicos para los mexicanos quedarán libres del pago de aranceles, con el fin de que no incrementen sus precios al consumidor final. “Con la finalidad de contrarrestar los efectos sobre los precios derivados de la tendencia inflacionaria, resulta necesario y urgente exentar temporalmente el pago de arancel a la importación a los productos clasificados que forman parte de la canasta básica e insumos”, se lee en el oficio. Entre los productos se encuentran el maíz, el frijol, la papa, el arroz, el atún, la carne de cerdo, la carne de pollo, la carne de res, la cebolla, el chile jalapeño, la harina de maíz, la harina de trigo, el huevo, el jabón de tocador, el jitomate, la leche, el limón, la manzana, la naranja, el pan de caja, la pasta para sopa, la sardina, el sorgo, la zanahoria, las hortalizas, el cacao, los animales vivos, entre otros. El plan es que los productos alimentarios que México le compra a países con los que no tenemos un tratado de libre comercio firmado, estén “blindados” a los incrementos inflacionarios. ¿De dónde salió la medida? El decreto -que entra en vigor hoy- se desprende del plan contra la inflación y carestía que el gobierno mexicano anunció a inicios de este mes; este contempla 16 acciones para hacer frente a la inflación y sus efectos negativos en el consumo en el país. Abarca desde energéticos, canasta básica, fertilizantes, aranceles, servicios, hasta peajes y a empresas que quieran sumarse. La inflación en México no cede y está aumentando en forma desmedida el precio de los productos, lo que afecta los bolsillos de los consumidores mexicanos en todos los sectores. De acuerdo con el INEGI, la inflación en México alcanzó en abril un 7.68 por ciento, su mayor nivel en las últimas dos décadas. El decreto que entrará en vigencia por un año, podrá prorrogarse por un periodo igual.