Ayer resultó ser un día intenso para Perú, entre decisiones de política monetaria y un fallido golpe de Estado, la expectativa sí movió los mercados, entre ellos el de México.
Ayer resultó ser un día intenso para Perú, entre decisiones de política monetaria y un fallido golpe de Estado, la expectativa sí movió los mercados, entre ellos el de México.
El presidente (hasta ayer) de Perú, Pedro Castillo, intentó disolver el Congreso, pero el mismo organismo se la volteó y lo destituyó para nombrar a Dina Boluarte como la nueva presidenta.
Justo ayer, el Banco Central de Reserva del Perú tenía su reunión de política monetaria para determinar qué hacer con la tasa de interés, que terminó con un incremento para hacerle frente a la elevada inflación.
Con todo esto, el primero en reaccionar fue el tipo de cambio, que cerró el día con una ganancia del 0.31%; mientras que la Bolsa de Valores de Lima solo cayó un 0.31%, pero el sector minero y de construcción fueron los más afectados.
Y a pesar de estar a más de 4 mil 700 kilómetros de distancia, la crisis peruana se sintió en el mercado mexa, especialmente el conglomerado minero, Grupo México vio sus acciones caer un 3.35% al cierre de la jornada.
Este movimiento se debe a que la minera mexicana cuenta con tres minas, una planta y otros cinco proyectos mineros en Perú, principalmente enfocados en cobre.
Analistas creen que las cosas en temas económicos para Perú se pueden poner peor con la crisis política en la que entró ayer el país.