[PARSE_ERROR]## Se trata de Carliz De La Cruz Hernández, quien sostiene que nunca otorgó su consentimiento legal para que la grabación de su voz fuera utilizada en las canciones, actuaciones en vivo, radio, televisión o cualquier otro medio de comunicación del artista. Según la demanda, el uso de la grabación por parte de Bad Bunny constituye una violación de los derechos morales, los cuales establecen que cualquier uso de una grabación de sonido requiere de una licencia. Asimismo, la demanda se basa en una ley similar en Puerto Rico, conocida como la Ley de Derechos Morales de Autor. También, sostiene que se viola la Ley del Derecho sobre la Propia Imagen y argumenta que el uso no autorizado de la grabación explota comercialmente su voz e identidad. “Desde entonces, miles de personas comentan directamente en las redes sociales de Carliz, así como cada vez que acude a cualquier lugar público, acerca del 'Bad Bunny Baby'. Lo anterior ha provocado, y actualmente causa, que De La Cruz se sienta preocupada, angustiada, intimidada, agobiada y ansiosa”, señala la demanda. De acuerdo con la demanda, De La Cruz y Bad Bunny iniciaron su relación en 2011, y un año después comenzaron a estudiar en la Universidad de Puerto Rico mientras trabajaban en un supermercado. Durante esa época, la demanda alega que Martínez (Bad Bunny) creaba constantemente canciones y ritmos, y solía consultar la opinión de De La Cruz, quien se encargaba de programar las fiestas en las que se presentaba, manejar sus cuentas y contratos. El origen de la frase “Bad Bunny, baby” se remonta a 2015, cuando el artista le pidió a De La Cruz que grabara la frase. Ella la grabó en un baño debido a que era el lugar menos ruidoso en el que se encontraba y se la envió a Martínez, según la demanda. El eslogan se utilizó públicamente por primera vez en el tema de 2016 “Pa' ti” con Bryant Myers, en el que De La Cruz Hernández sostiene que su voz fue utilizada sin su autorización legal y sin crédito. Además, la frase también se utilizó en la canción “Dos mil 16”, incluida en el álbum más reciente de Bad Bunny, “Un verano sin ti” (2022). Según la demanda, los representantes del artista le enviaron a De La Cruz un acuerdo el 5 de mayo de 2022, un día antes del lanzamiento del álbum, que ella rechazó. El representante le ofreció a De La Cruz 2 mil dólares para comprar la grabación de su voz. Sin embargo, ella lo rechazó y habló con alguien en Rimas Entertainment, quien también ofreció comprar la grabación, indicando que se utilizaría en el álbum “Un verano sin ti” que estaba a punto de ser lanzado. De acuerdo con la demanda, nunca se logró un acuerdo y la canción fue publicada sin el consentimiento de De la Cruz.