Durante todo 2022, la economía de México, es decir, el producto interno bruto (PIB), creció 3 por ciento, lo que implica una recuperación completa de la crisis del Covid-19, según la estimación oportuna del Inegi.
[PARSE_ERROR]## Durante todo 2022, la economía de México, es decir, el producto interno bruto (PIB), creció 3 por ciento, lo que implica una recuperación completa de la crisis del Covid-19, según la estimación oportuna del Inegi. Este nivel de crecimiento anual está por debajo del registrado en 2021 de 4.8 por ciento, tras la contracción de 8.2 por ciento en 2020 a consecuencia de la crisis provocada por el Covid-19, lo que representó una caída histórica del PIB. A pesar de ser un dato positivo, ya que crecer es crecer, representa un menor dinamismo para la economía durante 2022 y que el llamado “efecto rebote” por la enorme caída en 2020, está perdiendo fuerza. El PIB está integrado por las actividades primarias, relacionadas con la agricultura, ganadería y pesca; las secundarias con la minería, manufacturas y construcción; y las terciarias, que son representadas por los servicios. Así, por actividad económica, los incrementos fueron: 6.3% en las actividades primarias, 3.6% en las terciarias y 3% en las secundarias. Aunque parece una buena noticia que el país creciera conforme lo esperado por la Secretaría de Hacienda, los analistas de diferentes instituciones financieras y hasta el mismísimo Fondo Monetario Internacional (FMI), la realidad es que deja entrever una desaceleración mayor para 2023. La calificadora Moody’s explicó que para 2023 la capacidad productiva del país continúa restringida por la “insuficiente” inversión productiva y ante una desaceleración en la economía estadounidense, lo cual reducirá la demanda por exportaciones mexicanas, con lo que el crecimiento podría quedar en un rango de 0.5 a 1 por ciento.