Coca-Cola subirá precios en medio de la inflación

Coca-Cola Femsa, el embotellador más grande de bebidas del país, anunció ayer que subirá los precios de sus refrescos y todas las demás bebidas de su catálogo.

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Coca-Cola Femsa, el embotellador más grande de bebidas del país, anunció ayer que subirá los precios de sus refrescos y todas las demás bebidas de su catálogo.

A partir del próximo lunes 5 de junio Coca-Cola, la marca de bebidas más conocida en México, aplicará un aumento de 6.6% en los precios.

Lo que significa que los consumidores pagarán un peso más en el precio de los refrescos de cola, de sabor, jugos, leche y bebidas no carbonatadas de la marca.

Coca-Cola justificó este incremento de precios por el aumento en el costo de las materias primas como PET y edulcorantes ante la elevadísima inflación que se ha registrado en los últimos meses.

Así, los productos como la Coca-Cola de 600 mililitros no retornable, pasarán de 15 a 16 pesos, mientras que la presentación en lata de 355 mililitros aumentará de 15 a 16 pesos.

En tanto, Coca-Cola de 2.25 litros no retornable pasará de 31 a 32 pesos, la de 2.5 litros retornable, de 27 a 28 pesos, y la de 3 litros no retornable pasará de 44 a 45 pesos.

Mientras que el agua mineral Topo Chico subirá de 12 a 13 pesos, mientras que los jugos Del Valle de 355 ml en lata pasarán de 14 a 15 pesos.

El precio de Powerade de 600 ml pasará de 20 a 21 pesos, y el de 1L, de 26 a 27 pesos.

Esto sin duda es un golpe al corazón y la cartera, pues al dimensionarlo, México es el primer consumidor de refrescos en el mundo, con una ingesta per cápita de 163 litros al año.

Y Coca-Cola es la marca favorita entre los consumidores mexicanos, según datos de la consultora Kantar.

Entre enero y marzo de este año, Coca-Cola Femsa (KOF) reportó ingresos a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) por 51 mil 195 mdp, lo que significó un crecimiento de 14.6% en comparación con el mismo trimestre de 2021.

De acuerdo con el Inegi, los refrescos envasados tienen una ponderación de 2.06434% en la canasta que se utiliza para medir la inflación al consumidor, superior a la ponderación de la tortilla de maíz, del servicio de telefonía móvil, y los paquetes de internet.


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