El camino de las mujeres mexicanas en los Juegos Olímpicos ha estado lleno de hitos históricos y logros inspiradores. Aquí te presentamos algunos datos fascinantes sobre las pioneras del deporte olímpico en México:
Eugenia Escudero Lavat se convirtió en la primera mujer mexicana en participar en unos Juegos Olímpicos, compitiendo en esgrima en Los Ángeles 1932. En esa misma edición, María Uribe Jasso también hizo historia como lanzadora de jabalina.
En los Juegos Olímpicos de México 1968, dos mujeres mexicanas lograron las primeras medallas olímpicas femeninas para el país:
Soraya Jiménez hizo historia al convertirse en la primera mujer mexicana en ganar una medalla de oro olímpica. Lo logró en halterofilia (categoría de 58 kg) durante los Juegos Olímpicos de Sídney 2000.
Enriqueta Basilio se convirtió en la primera mujer en la historia del olimpismo en encender el pebetero olímpico, durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de México 1968.
Estas mujeres abrieron el camino para las generaciones futuras de atletas mexicanas, demostrando que con determinación y talento, es posible alcanzar las más altas cumbres del deporte olímpico.