El condado angelino enfrenta su peor desastre natural: 11 vidas perdidas, vecindarios de lujo reducidos a cenizas y miles de estructuras destruidas.
Los incendios que asolan el condado de Los Ángeles están escribiendo un oscuro capítulo en la historia de los desastres naturales de Estados Unidos. Con daños que podrían alcanzar los 150,000 millones de dólares, según AccuWeather, estas llamas superarían incluso el impacto económico del devastador Camp Fire de 2018.
La magnitud del desastre cobra especial relevancia en zonas exclusivas como Pacific Palisades y Malibú, donde mansiones de celebridades y ejecutivos de Hollywood se han convertido en cenizas. Estamos ante el incendio forestal más costoso en la historia moderna de California, advierte Jonathan Porter, meteorólogo jefe de AccuWeather, destacando que el impacto equivaldría a casi el 4% del PIB estatal.
Los vientos de Santa Ana y una sequía extrema continúan alimentando las llamas que, hasta el momento, han cobrado 11 vidas y arrasado más de 12,000 estructuras. Las aseguradoras, incluyendo Aon PLC y Moody's, coinciden en que este evento marcará un antes y un después en términos de pérdidas económicas por desastres naturales.
Para dimensionar la magnitud, basta comparar con el huracán Helene del otoño pasado, que causó pérdidas de hasta 250,000 millones en seis estados. Los actuales incendios, concentrados en una sola región, ya alcanzan el 60% de ese monto, considerando daños a infraestructura, costos sanitarios y disrupciones en la cadena de suministro.
Mientras las llamas siguen sin control, los expertos advierten que estas cifras preliminares podrían aumentar significativamente en los próximos días.