Cuando el frío golpea, la cocina mexicana nos recibe con sus sabores más reconfortantes. Estas cinco recetas tradicionales no solo calientan el cuerpo, sino que también nos conectan con el corazón de México.
Esta sopa tradicional reconforta hasta el alma con su combinación de tortillas crujientes, chile pasilla y jitomate. Se sirve caliente y se corona con aguacate, queso y chicharrón, creando una experiencia que abraza con cada cucharada.
Este guiso ancestral, elaborado con maíz cacahuazintle y carne, representa la esencia de la cocina mexicana. Ya sea rojo, verde o blanco, el pozole es un platillo sustancioso perfecto para las noches frías.
Un manjar ancestral que combina lo mejor del atole con el poder del chile. Esta bebida espesa, elaborada con masa de maíz y chile como condimento, era considerada energética desde tiempos prehispánicos.
Un reconfortante platillo típico de Jalisco y Colima que combina pollo desmenuzado y carne de puerco en un caldillo espeso de jitomate y chile con masa de maíz.
Para cerrar con broche de oro, esta bebida espesa combina masa de maíz con chocolate, canela y azúcar. Servido caliente, el champurrado es el complemento ideal para cualquier día frío.
La cocina mexicana de invierno no solo alimenta el cuerpo sino también el espíritu. Estos platillos tradicionales, con su combinación de chiles, especias y técnicas ancestrales, son la mejor manera de mantenerse cálido mientras se disfruta de la rica herencia culinaria mexicana.