Un robo de película en el almacén de Westland Distillery en Burlington, Washington, dejó al descubierto la desaparición de 12.000 botellas —valoradas en casi un millón de dólares— incluyendo casi la mitad del exclusivo Garryana de 10 años.
La Oficina del Sheriff del Valle de Skagit está investigando un robo ocurrido el 31 de julio en el almacén de Westland Distillery. Delincuentes llegaron en un camión de carga con documentación aparentemente legítima para retirar un cargamento completo con destino a Nueva Jersey. El engaño se descubrió una semana después, cuando el cargamento nunca llegó a su destino. Hasta ahora no se reportan detenidos.
Garryana es un producto artesanal de culto cuyas ediciones se agotan rápidamente y son reconocidas por expertos. Colocar estas botellas en el mercado clandestino es arriesgado, ya que muchos coleccionistas y distribuidores están en alerta.
En Estados Unidos, la comercialización de licores fuera de canales autorizados es ilegal. Esto crea una fuerte barrera legal para cualquiera que intente revender las botellas robadas.
Jason Moore, director gerente de Westland, calificó el incidente como “una situación desafortunada y bastante extraordinaria”. La destilería ha fortalecido sus protocolos de seguridad y cadena de suministro. A pesar del golpe, Moore afirmó que la empresa se concentra en “seguir sirviendo a sus clientes” y mantener el compromiso con sus seguidores.