Detrás de cada celebridad hay un(a) lomito o michi con rutinas muy bien pensadas: adopciones responsables, paseadores profesionales, santuarios privados y hasta planificación hereditaria. Aquí seis ejemplos reales —y verificados— de cómo cuidan a sus animales.
Chris Evans adoptó a Dodger de un refugio mientras filmaba Gifted y desde entonces se ha convertido en un defensor de la adopción. Ha compartido que lo baña con frecuencia y que incluso considera adoptar otro perro, idealmente rescatado.
Taylor Swift es la dueña de tres gatos: Meredith, Olivia y Benjamin. A Benjamin lo adoptó después de conocerlo durante la filmación del video “ME!”. Aunque sus gatos son famosos en redes sociales, viven principalmente en interiores y bajo una estricta supervisión.
Lionel Messi es dueño de Hulk, un Dogo de Burdeos que, por su edad y problemas de salud comunes en su raza, se quedó en Barcelona cuando la familia se mudó. Esta fue una decisión tomada pensando en el bienestar del perro. La familia también tiene a Abu, un caniche toy.
Lady Gaga utiliza paseadores profesionales para sus bulldogs franceses. En 2021, tras un violento robo en el que sus perros Koji y Gustav fueron secuestrados, ambos fueron recuperados. El agresor fue condenado a 21 años de cárcel y el paseador, Ryan Fischer, agradeció el apoyo de la artista durante su recuperación.
Kaley Cuoco tiene un rancho en California donde adopta no solo perros, sino también caballos, cabras y cerdos. Además, creó la plataforma Oh Norman! para hacer donaciones a organizaciones de rescate y promueve activamente la integración responsable entre diferentes especies de animales.
Oprah Winfrey adoptó a sus perros, Sadie, Sunny y Lauren, a través de PAWS Chicago. Para asegurar el cuidado de sus mascotas a largo plazo, se ha reportado que estableció un fideicomiso millonario, destacando que la planificación a futuro es una forma de cuidar a nuestros animales.