Hasta los legisladores europeos saben (desde 2009) que la vida sería más sencilla si no tuviéramos que cargar con tantos cables, por lo que diseñaron una ley para evitarlo.

Así, todos los gadgets adoptarán el USB-C como cargador universal y la ley deberá entrar en vigor a finales de 2024.

La ley pasó con más del 95% de los votos, ya que otra incomodidad es que muchos cables se pierden o dejan de servir muy rápido, causando un impacto ecológico enorme que genera más de 11 mil toneladas de basura.

Además, la UE tiene, de hecho, cifras contundentes: solo en 2020 se vendieron 420 millones de teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos portables.

En promedio cada europeo tiene tres cargadores, de los que solo usa dos de forma habitual. Y ahí no termina el desastre, pues 38% asegura haber tenido dificultades para cargar sus móviles.

El frijolito en el arroz. Los que no están muy contentos con la decisión son los comerciantes de cargadores, que llegaron a recibir hasta 250 millones de euros cada año por ventas.

El Parlamento aún no puede cantar victoria, ya que el Consejo tiene que aprobar la medida y, 20 días después de que se publique en el Diario Oficial de la Unión Europea, los productores tendrán 24 meses para adaptar sus productos.