Sorpresas culinarias en Mari Gold: Un viaje gastronómico entre culturas

Deléitate con deliciosas creaciones culinarias y sorprendentes combinaciones de ingredientes en este destino gastronómico.

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Hace unos días, una de mis mejores amigas decidió invitarme a comer, principalmente para vernos y también con la intención de festejar un par de eventos importantes y completamente desconectados uno del otro, uno muy personal y otro del dominio público. Con esa premisa, decidió que el lugar al que iríamos sería Mari Gold.

Mari Gold está definida, según sus creadores, los chefs Norma Listman y Saqib Keval, como la hermana rebelde de su primer restaurante Masala y Maíz.

En ambos, podremos encontrar mestizajes culinarios de la cocina mexicana con sabores de India y África del Este.

Todo esto en un ambiente bastante relajado, con mesas comunitarias, un staff súper amable y listo para dar las mejores recomendaciones y la promesa de no dejar de sorprenderte con todo lo que ofrece su carta.

Entre esto y las ganas de ver a mi amiga, sabía que iba a ser una comida para recordar.

Para empezar como entrada pedimos unos *Sabudana Vada*, unas pequeñas frituras de papa con tapioca que sirven acompañadas de un chutney de hierbas y una salsa de jalapeño. Una opción ideal para abrir nuestra comida y dejar que la plática estuviera acompañada por un sabor diferente y especial para el inicio de nuestra experiencia en Mari Gold.

Después de la entrada, compartimos una ensalada que no pudo volarnos más la cabeza, no solo porque es difícil que una ensalada logre eso, sino porque la sencillez en la que nos la explicaron al pedirla quizá no nos generó tanta expectativa. Y se agradece.

La *ensalada de pepino* persa, con nueces, toronja, hierbas y jalapeño, viene servida con un aderezo de ajonjolí y yogurt que tiene toques cremosos y ácidos al mismo tiempo, y acompañado del crunch del pepino la hace increíble. Fácilmente, pudimos haber pedido dos platos más de ensalada y hubiéramos sido felices.

Como estábamos compartiendo la plática y los platillos, decidimos pedir unos *Molotes Tikki*. Una de las mayores sorpresas de todo lo que probamos.

Entre el sabor del plátano macho y el frijol negro y unos toques de especies exóticas en su chutney con salsa roja, hasta la manera en la que venían servidos. Me da gusto que no sea ilegal, que haya cosas tan ricas para comer en el mundo.

Ya para terminar, y porque ambos somos fanáticos de los sándwiches de queso, pedimos el Sándwich Ghughra de la carta. Y no nos arrepentimos de nada.

La reinterpretación del sabor usando papa, un chutney de epazote y un quesillo hicieron que se acabara más rápido de lo que nos tomó descifrar la manera correcta de decirle por su nombre.

No contentos con todo lo que habíamos probado, decidimos pedir un par de tés y acompañarlos con una Falooda de Tejunio, que venía también con mermelada de guayaba, fideos de arroz y pistache. Una locura que valió la pena probar.

Además de todas las recomendaciones del staff del lugar, lo que también nos gustó mucho fue encontrar al lado del restaurante un lugar llamado Súper Cope, una tienda cooperativa que nació a partir de la pandemia y que ofrece muchos productos de consumo local, algunos platillos de la carta del restaurante y otras opciones de restaurantes hermanos. Un perfecto cierre para una salida buenísima para un fin de semana.

Ubicación: Protasio Tagle 66A, San Miguel Chapultepec.

Horario: Miércoles a domingo de 9:00 am hasta las 5:30 pm.

Whatsapp para reservaciones: +52 55 3726 2228.

Más información en: [@mari.gold.mx](https://www.instagram.com/mari.gold.mx)

Costo promedio por persona: 400 a 600 pesos.

Nota por: Andrés Graff.


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