Ahora que pronto llegan las vacaciones, aprovecha las horas de viaje que tienes por delante para conocer más a tu compañero o compañera de viaje

El famoso escritor Marcel Proust no solo pasó a la posteridad por su obra de siete tomos, *En busca del tiempo perdido* o por el efecto que un objeto, un olor, sabor o sonido nos remite a una situación del pasado y que también ha sido definido como “la Magdalena de Proust”.

También se le recuerda por un célebre cuestionario que promete conocer profundamente a la persona que contesta a las 30 preguntas. Se dice que un jovencísimo Proust de no más de 15 años respondió a un cuestionario que le hizo llegar su buena amiga, Antoinette Faure.

Más tarde, y con algo más de experiencia, Proust lo volvió a responder y añadió varias preguntas más. Al resultado lo tituló *Proust por sí mismo*. Con el tiempo, no han sido pocas las revistas que se han sumado a este ejercicio y son varios los famosos que se han atrevido a contestar el cuestionario. Permitiéndonos así conocerlos a profundidad.

Incluso, la versión latinoamericana de Le Monde acaba de adaptar este cuestionario y en lugar de ser el de Proust, lo ha nombrado *El cuestionario de Galeano*.

Estas son las 30 preguntas del famoso cuestionario de Proust:

- ¿Cuál dirías que es el principal rasgo de tu carácter?

- ¿Qué cualidad aprecias más en un hombre?- ¿Qué cualidad aprecias más en una mujer?- ¿Qué es lo que más aprecias de tus amigos?- ¿Tu principal defecto?- ¿Tu ocupación favorita?- ¿Tu sueño de felicidad?- ¿Cuál sería tu mayor desgracia?- ¿Qué te gustaría ser?- ¿En qué país te gustaría vivir?- ¿Cuál es tu color favorito?- ¿Cuál es la flor que más le gusta?- ¿Cuál es tu ave favorita?- ¿Quiénes son tus autores favoritos en prosa?- ¿Y tus poetas?- ¿Un héroe que tengas?- ¿Una heroína?- ¿Tu compositor favorito?- ¿Tu pintor preferido?- ¿Tu héroe de la vida real?- ¿Tu nombre favorito?- ¿Qué hábito ajeno no soportas?- ¿Qué es lo que más detestas?- ¿Una figura histórica que detestes?- ¿Un hecho militar que admires?- ¿Qué virtud desearías poseer?- ¿Cómo te gustaría morir?- ¿Cuál es el estado más común de tu ánimo?- ¿Qué defectos te inspiran mayor indulgencia?- ¿Tienes una máxima?

Si lo prefieres, también puedes -igual que hizo Proust- contestar por escrito y guardarlo en un lugar seguro para años después volver a leerlo. Puede ser que hayas cambiado o no, pero te aseguramos que te encantará leer a tu yo del pasado.

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