El 8 de marzo no se regalan flores ni bombones, tampoco se les celebra respetándolas. Este día surgió para visibilizar la desigualdad en la que viven.

¿Sabías que el salario de las mujeres por lo general es inferior al de los hombres por el mismo puesto? ¿Sabías que 153 países tienen leyes que discriminan económicamente a las mujeres y que, de esos, en 18 los maridos pueden impedir legalmente que sus esposas trabajen? Además de que, según datos de Oxfam, en todo el mundo, una de cada tres mujeres sufre o sufrirá violencias machistas en algún momento de su vida.

Sí, estamos en 2022 y la desigualdad y discriminación que viven día con día las mujeres sigue vigente. Por eso, cada 8 de marzo evita felicitar a una mujer y, en cambio, ayuda a visibilizar su situación ya que cada 8 de marzo funge como un recordatorio del largo camino que las mujeres han debido recorrer para ejercer sus derechos y garantizar igualdad de acceso a oportunidades con tolerancia cero a la discriminación.

Únete por tanto como aliado y desde tu trinchera, por pequeña que sea, trata de construir garantías para garantizar igualdad de oportunidades para todas las mujeres. Trata de que este mundo sea un espacio seguro e incluyente que les permita desarrollarse de manera plena y digna a todas ellas.

Estos dos últimos años han sido especialmente duros porque la pandemia ha evidenciado, todavía más, la situación de las mujeres. De hecho, la misma ONU se ha pronunciado y ha denunciado la fragilidad de las mujeres y las niñas ante el incremento de los índices de violencia hacia ellas.

Así que, una vez más, este 8 de marzo no felicites a una mujer. ¡Únete a su lucha!