En el mundo hay al menos 2 mil millones de personas viven en países con escasez de agua, de acuerdo a cifras de la OMS de este año.

La escasez de agua es un problema que se está viviendo en todo el mundo. Está desde hace varios años y conforme pasa el tiempo es cada vez más agudo. En el mundo hay al menos 2 mil millones de personas que viven en países con escasez de agua, de acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud de este año, mientras que, en el 2019, solo el 50 por ciento de establecimientos de salud en países menos adelantados tenían servicios básicos relacionados con el agua.

El Monitor de Sequía de la CONAGUA en México, coloca a los estados de la frontera norte en una sequía extrema: son Baja California, Sonora, Chihuahua y Coahuila. El resto de los estados está entre sequía severa, moderada y anormalmente seco, salvo la península y algunas secciones del sur. Actualmente, la sequía se extiende por Estados Unidos y Canadá. Aunque numerosas cuestiones políticas y sociales están alrededor de la escasez del agua, es importante comprender la parte ambiental, pues ahí residen múltiples factores que afectan esta problemática.

“Específicamente hablamos de cambio climático y efectos climatológicos naturales”, apunta Alfredo Nanni, catedrático del [Centro de SOStenibilidad de la Universidad de Monterrey](https://www.udem.edu.mx/es/vive/centro-de-sostenibilidad).

“(Porque) lo que estamos observando es que a medida que consumimos más combustibles fósiles, vemos cambios en nuestros patrones de clima: tenemos una escasez de precipitaciones, y cuando las hay por un periodo de tiempo corto la intensidad es alta”.

Otro efecto derivado del cambio climático es el alza de temperaturas, que cada vez más será por tiempos más prolongados.

Mayor sequía, explica Nanni, porque sucede la evapotranspiración, cuando el suelo y la vegetación pierden humedad al estar más expuesta a temperaturas altas. Entonces, el agua que contiene va saliendo, evaporándose hasta secarse.

“En zonas donde no hay humedad, el suelo se empieza a secar, las plantas también. Es por eso que podemos conectar los incendios con un calentamiento de temperaturas, porque un trozo de biomasa con poca humedad prende en fuego rápidamente”, advirtió.

Los fenómenos naturales conocidos como El Niño y La Niña, también son un efecto del calentamiento. Ocurren por la fluctuación de temperaturas en el océano asociadas por cambios en la atmósfera, lo que provoca dos efectos extremos: inundaciones o sequías, indica la Organización Meteorológica Mundial.

El estilo de vida también es un factor que abona al calentamiento global: el consumo de carne, los viajes en avión y en coche, el uso inadecuado del agua para actividades de la vida diaria, entre otros.

Nanni señala que se ha mencionado en numerosas ocasiones buscar reducir la contaminación en lo individual, pero lo más significativo son las acciones colectivas.

“Hablando de cambio climático no hay una sola solución porque es un problema perverso, donde arreglas uno pedacito se descompone otro”, reflexiona.

“Existe la oportunidad para que cualquier persona se enganche en cualquier tema, si les interesan los huertos, el ciclismo, la educación, el cuidado del agua, el vegetarianismo; creo que hay cabida para todos”.