Una residencia frente al mar en North Bay Road, Miami Beach, entra al mercado por 169 millones de dólares, elevando el estándar del ultra‑lujo con su opulencia y potencial millonario.
La finca, ubicada en el codiciado tramo de North Bay Road, se lanzó al mercado por 169 millones de dólares, convirtiéndose en una de las residencias más caras del país. Abarca 2.3 acres, con cerca de 19,000 pies cuadrados de construcción distribuida en casa principal y anexo.
Erigida en 1936, esta mansión combina el legado arquitectónico clásico con intervenciones modernas de lujo. Dispone de 8 dormitorios, 16 baños, ascensor, imponente escalera de mármol, cine privado, salón de billar con vistas al agua, gimnasio, bar, cancha de racquetball cubierta y garaje para ocho autos.
El entorno exterior es espectacular: entrada privada con portón, piscina infinita con spa, cabana, zona de barbacoa, cancha deportiva iluminada y embarcadero propio.
Comprada en julio por Glaser y el grupo Posner por 105 millones, la propiedad busca una ganancia del 60 % con esta reventa. Hay dos vías claras sobre la mesa: venderla tal cual o demolerla y desarrollar una mega mansion de 35,000 pies cuadrados, valorada en hasta 300 millones de dólares. Mientras tanto, también está disponible para renta por 495,000 USD al mes.
Este hecho no sólo es un golpe de atención: Miami Beach reafirma su papel como epicentro del mercado de ultralujo. La finca encabeza el ranking semanal de propiedades más exclusivas en EE.UU., superando propuestas en Jupiter, Palm Beach y Coral Gables. El atractivo no es solo su superficie, sino el legado, la ubicación y el potencial inversionista.