Optimiza tu calefacción

1. Programa tu termostato inteligente: Configúralo para que baje la temperatura cuando duermas o estés fuera de casa. Cada grado que reduces puede significar hasta un 5% de ahorro en tu factura de calefacción.

2. Sella fugas de aire: Revisa puertas y ventanas. Utiliza burletes o cintas aislantes para evitar corrientes de aire frío que obligan a tu sistema de calefacción a trabajar más.

3. Aprovecha el sol: Abre las cortinas durante el día para dejar entrar el calor natural y ciérralas al atardecer para retener el calor.

Iluminación eficiente

4. Cambia a LED: Reemplaza tus focos tradicionales por LED. Consumen hasta un 75% menos de energía y duran mucho más.

5. Utiliza temporizadores: Programa tus luces exteriores para que se enciendan solo cuando sea necesario.

Electrodomésticos y dispositivos

6. Desconecta "vampiros energéticos": Aparatos en modo stand by siguen consumiendo energía. Usa regletas inteligentes para desconectarlos fácilmente.

7. Optimiza tu lavadora y secadora: Lava con agua fría cuando sea posible y aprovecha el clima otoñal para secar ropa al aire libre en días soleados.

Mantenimiento preventivo

8. Revisa tu sistema de calefacción: Un mantenimiento adecuado puede mejorar su eficiencia hasta en un 15%.

9. Limpia o reemplaza filtros: Filtros limpios en sistemas de calefacción y aire acondicionado mejoran su eficiencia y calidad del aire.

Hábitos cotidianos

10. Cocina eficientemente: Usa ollas a presión y tapas en tus sartenes para cocinar más rápido y con menos energía.

11. Ajusta la temperatura del agua: Configura tu calentador de agua a 50°C. Es suficientemente caliente y ahorra energía.

Implementar estos consejos no solo reducirá tu consumo energético, sino que también contribuirá a un hogar más sostenible y amigable con el medio ambiente. Recuerda, pequeños cambios pueden llevar a grandes ahorros a largo plazo.