¿Por qué la cuenta del supermercado va en aumento si compramos (casi) lo mismo?

Seguro tus abuelos siempre decían que antes todo era más barato y tus padres siempre han vivido con miedo ante una posible crisis económica. Y aunque nada de esto te quitaba el sueño, un día, en la caja del súper, te preguntaste por qué te había salido tan cara la cuenta.

“Habrá sido el queso francés y el vino para la noche del viernes”, te dijiste. Unos días después hiciste el súper en línea y aunque ahí sí compraste lo de siempre, te salió más caro. Después, te quedaste sin agua caliente dos semanas antes de lo habitual y eso que siempre pagas lo mismo.

¿Qué está pasando? Muy sencillo, lo que está sucediendo se llama inflación un aumento sostenido en los precios de bienes y servicios.

Y si bien no es la primera inflación a la que te enfrentas como adulto, -ya en 2017 ocurrió una-. Esta te está pegando más porque es la más alta en los últimos 20 años, ya estamos arriba del 7%. Para que te hagas una idea, lo normal o más saludable es que la inflación ronde el 3%. Además, está afectando a más productos.

¿El motivo? Una vez más, la pandemia. Es probable que tu manera de consumir cambiase durante el último año y medio y, al igual que tú, millones de personas también modificaron sus hábitos de consumo una vez que se vieron obligados y obligadas a quedarse en casa. Esto provocó una sobredemanda en cosas que antes no se pedían tanto y, aunado a una parada en la producción durante los meses más difíciles de la pandemia, se generó un choque cuyo resultado es un aumento en los precios.

Por eso desde la tortilla hasta el celular, pasando por los viajes en avión, los seguros médicos, la peluquería, los restaurantes o el gas doméstico, todo ha subido de una manera desmesurada. Solo se han librado vivienda y educación.

Así que vete preparando estas navidades para entonar el “no me alcanza” porque será una constante en las reuniones y posadas entre familiares y amigos.

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