Alcanzar la plenitud financiera en pareja puede verse afectada si no se habla de dinero desde el principio.

Hablar de dinero debe ser crucial antes de formar una relación en pareja, incluso se puede convertir en una prueba de fuego de no manejarse abiertamente. Lo que es una realidad es que la dependencia económica se ha convertido en un tabú para las parejas, sobre todo cuando uno de los dos no tiene ingresos.

Cuando solo uno trabaja y el otro asume responsabilidades del hogar y la crianza de los hijos, se le conoce como dependencia y culturalmente, el dinero está relacionado con el poder y el control, si no hay claridades al respecto este factor jugará en contra de los intereses de la relación.

Incluso puede convertirse en una limitación de los recursos económicos que ocasione control sobre el integrante de la relación que no tiene ingresos, o bien que percibe un salario menor. Este factor puede ser considerado violencia económica y es común que la dependencia económica de las mujeres las ata a las relaciones violentas.

Reconocerse como iguales, entender que los dos, independientemente del rol que desempeñen en la relación, son importantes y su aporte es vital para el crecimiento personal y de pareja, es clave para llevar una vida tranquila y sin sobresaltos.

Además, en caso de que sea un factor consensuado, plantearse objetivos financieros a largo plazo, aunque hay que tener siempre los pies en la tierra y saber que no siempre se podrán cumplir.

La base de una salud financiera en pareja es la comunicación, conversar el tema antes de tomar cualquier decisión a futuro y ser honestos frente a las expectativas que se tienen de manera individual y que éstas concilien con los planes en familia.

En las relaciones no existen las jerarquías, cualquier decisión que tomen sobre quién pagará qué o si una de las dos partes será el encargado del hogar y el otro de proveer debe ser consensuado y entendido como un rol importante.

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