La aprobación rápida de la cuarta dosis respondería a intereses de las farmacéuticas Pfizer y Moderna, de acuerdo con expertos

A más de dos años de convivir con el SARS-CoV-2, virus que produce la enfermedad Covid-19, ha surgido en el mundo un amplio debate sobre la aplicación de la tercera y cuarta dosis, siendo esta última aprobada recientemente por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).

Sin embargo la autorización de una cuarta dosis para adultos de 50 años o más se produce en medio de una comunidad científica dividida sobre si los datos son suficientes para respaldar otra ronda de refuerzos y si autorizar inyecciones adicionales corresponde a una política de salud pública sostenible, especialmente porque la protección contra infecciones se desgasta con el tiempo.

Ante esta rápida aprobación los expertos aseguran que la rápida autorización regulatoria de la cuarta dosis para adultos mayores se produjo luego de que Pfizer y Moderna le pidieran a la FDA su aprobación.

En ese sentido las farmacéuticas Pfizer y Moderna estarían jugando un papel importante en el establecimiento de la agenda en torno a la política de vacunas de Estados Unidos y el mundo al anunciar la necesidad de una cuarta dosis así como para vacunas especiales para algunas variantes.

Si bien los anticuerpos protectores de las vacunas disminuyen con el tiempo, el epidemiólogo Michael Osterholm dijo que el refuerzo repetido no es una estrategia sostenible de salud pública debido al desafío que plantea la disminución de la inmunidad contra la infección.

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