La dermatóloga, Shereennee Idriss, fundadora de Idriss Dermatology, asegura que la aplicación del bótox es para alentar el proceso de envejecimiento, no para detenerlo.

El botox, utilizado cómo recurso estético para dar un efecto joven en el rostro, ahora está más de moda. La sustancia toxina botulínica, llamada comúnmente botox por una de las marcas que la comercializa, son inyecciones que relajan algunos músculos faciales y el efecto es que algunas arrugas se notan menos durante un tiempo. Lo que hace es limitar los movimientos al bloquear la acetilcolina.

“Básicamente estás inhibiendo las contracciones del músculo y reduces el movimiento facial. Entonces, estas alentando la formación de arrugas a través del tiempo”, explica la doctora Kristen Broderick, profesora asistente de cirugía plástica y reconstructiva en el Johns Hopkins Medicine a The New York Times.

“Lo aplicas para alentar el proceso de envejecimiento, no para detenerlo”, señaló la doctora Shereenne Idriss, dermatóloga y fundadora de Idriss Dermatology a The New York Times.

Con ella coincide la dermatóloga Shereenne Idriss, y destaca que la aplicación del bótox es para alentar el proceso de envejecimiento, no para detenerlo. Ha sido tan elevada la reciente popularidad del botox que en redes sociales se puede ver, a usuarios compartiendo sus experiencias y sus resultados. Las clínicas ya ofrecen el 'baby botox', que son microdósis de la sustancia.

De acuerdo a la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, cerca de 811 mil procedimientos fueron realizados a personas menores de 30 años, y representan el 18 por ciento del total nacional en el 2020.

La gran pregunta es: ¿se previenen las arrugas del futuro con el botox que se aplique hoy? ¿Me dará el efecto una piel suave sin tantas líneas de expresión por un tiempo mayor o dependeré de por vida de las inyecciones?

Actualmente, los dermatólogos aplican el bótox de tal manera que permita el movimiento, aunque las emociones se manifiestan en el rostro y eventualmente genera una línea de expresión.

“Si empiezo a mis 25 (a aplicarse bótox) y lo uso hasta mis 40 años, entonces me habré salvado todos esos años de haber tenido arrugas. Si dejo de usar bótox a mis 45 o 50 años, entonces tendré una nueva línea base. En ese punto tendrás arrugas, pero nos serán las mismas que hubieses tenido”, explica la dermatóloga Patricia Wexler, fundadora de Wexler Dermatology.

Los estudios científicos para comprobar esto no son abundantes. Uno en el 2011 analizó si las inyecciones repetidas reducen las arrugas de la frente a largo plazo. Se trataba de un grupo de 45 mujeres, de 30 a 50 años, que recibieron pequeñas cantidades de la toxina botulínica en sus frentes. En [un seguimiento](https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21575099/#:~:text=Conclusions%3A%20OnabotulinumtoxinA%20delivered%20for%2020,months%20after%20the%20last%20treatment.) dos años después del inicio del tratamiento, los doctores encontraron que las arrugas se redujeron significativamente.

#### ¿Y si detienes el tratamiento? No pasa nada.

“Este rostro joven y sin arrugas se normaliza completamente”, expresa Dana Berkowitz, autora del libro Botox Nation: Changing the Face of America.

Por otro lado, hay que tomar en cuenta que el bótox es caro. En Estados Unidos, el tratamiento cuesta 466 dólares, y en México los precios llegan a los 7 mil 500 pesos, de acuerdo a multiestetica.mx.

Otra manera de reducir los efectos de la edad es aplicando bloqueador solar y retinol, que aumenta el colágeno en la piel.

Lo mejor es informarse bien y acudir con un médico o un dermatólogo certificado.